Todo en esta vida tiene un momento. Las cosas más sorprendentes de la vida no se fuerzan, suceden exactamente como tienen que ser y, a veces, debemos dejarnos guiar por esa inercia vital que nos lleva a experiencias maravillosas y únicas. Creo que este es mi momento para empezar un blog y hacerlo bien, con ilusión, cabeza y corazón. Como deben hacerse las cosas.
Así que aquí os dejo mi primer post de esta pequeña aventura con el mejor trocito de mi. Porque las cosas buenas deben compartirse con los demás, ahí va esta ventanita de mi vida en la que no sólo hablaré de ropa, eventos y cosas materiales pero divertidas que nos encantan a todos, sino también, de las cosas que hacen que mi vida tenga esa luz maravillosa que, poco a poco, he ido construyendo. Una de las cosas más valiosas que he aprendido ha sido que cada uno debe ser su propio refugio. No hay nada más cierto. Debemos buscar y encontrar nuestro mundo interior, esas cosas que hacen que tengamos una paz inquebrantable y que, cuando todo lo demás falle, podamos agarrarnos a ellas para superar con fuerza y valentía las dificultades.
Tengo muchas cosas que compartir con vosotros y mucho, mucho, pero que mucho amor y cariño que repartir desde aquí.
Bienvenidos a este rinconcito de mi vida.
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